Azul Pared


Nunca quiso ser astronauta, ni un presidente, menos aun un doctor. Su madre quería que sea piloto, su padre, un importante contador. No es que decía que cuando sea grande quería ser escritor, pero él sabia que su camino iría por ahí, si no era esa calle era la paralela. De pequeño escribía poco y nada obviamente, con un family y una tele al lado ninguna batalla alguna podía dar un lápiz y una hoja. A los pocos años de edad ese niño tomo coraje, destapo su marcador favorito y empezó a correr por toda su casa. El fibrón azul dejó su marca en cada pasillo. No se si le encuentra algún sentido hoy en día, pero en su momento seguramente lo tenía, o eso espera. Digo eso espera porque ese niño que un día agarro un marcador y se puso a correr por su casa, fue ese mismo niño que se fue corriendo a su cuarto, a la espera de sus padres. Llegando la noche, padre y madre llegaron de sus trabajos, y al ver la obra de arte en su nuevo empapelado, fueron buscar explicaciones al cuarto de su hijo. Obviamente la puerta estaba cerrada con llave, y sin explicación alguna se fueron a su habitación. Unos años mas tarde esa puerta se abrió, y el niño por fin salio a su pasillo. Y fue allí, donde ese niño, ya ahora con sus primeros pelos en la cara, se dio cuenta de algo, tenia que buscar otra manera de expresarse que no sea en el nuevo empapelado de su madre. Fue desde ese día que agarro el marcador y no paro hasta el día de hoy. Escribió y escribió, pero ya ahora siempre sobre un papel, y nunca más sobre una pared.

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