Plagio del verbo plagiar

Plagio, la real academia lo define como la “acción y efecto de plagiar”. Interesante, ¿no? No mucho la verdad. Cualquier persona normal y sensata iría de inmediato a buscar la palabra “plagiar” en el diccionario, y en un momento de sensatez es eso lo que hice. Plagiar, se define como “el acto de copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.”. Interesante, ¿no? No. Porque la verdad es que en definitiva ya todos sabemos que es el llamado “plagio”. Ya todos tenemos en nuestra mente esa definición de diccionario que nos dice desde su trono la real academia. Y es raro, que siendo tan clara su teoría, sea tan confusa su llevada a práctica. Es raro que una definición que deja tan pocas dudas deje tantas en el mundo real. En la música, en la literatura, en los medios de comunicación, la palabra “plagio” es moneda corriente desde hace años y me atrevo a decir que lo será yendo por muchos más. Porque si tomamos como base esta concepción de “plagio”, “plagio” habrá siempre. Porque para el caso entonces cada autor que copió a Cortazar cada músico que utilizó notas de los Beatles debería estar preso. Iván Noble debería estar tras las rejas por su imitación a Jorge Dextler, y condenado a cadena perpetua por la similitud entre un video suyo y una película norteamericana. Y que decir de Mika entonces, si tenemos esta concepción de plagio este joven ingles tendría que haber sido llevado a la horca de instante. La música esta llena de estos ejemplos, como también la literatura y las pinturas. Porque el arte se construye del plagio. No del plagio como el hecho de tomar una idea ajena y seguido del punto final escribir mi nombre. Eso claramente es plagio y se debe tomar cartas en el asunto. Si no que las obras se construyen a partir del hecho de tomar partes de obras ajenas, estilos, ritmos. Porque a fin de cuentas hay solo dos maneras de tomar las cosas, o salir al instante al grito de plagio y exigir su condena en defensa del derecho de autor, o tomar a la obra no más que como un simple homenaje a Freddie Mercury, o Bob Marley, o John Lennon.
Los casos son innumerables, como también son innumerables las acusaciones.
Porque siempre va a haber plagios y porque siempre va a haber alguien detrás esperando a que ocurra para salir con el palo y la antorcha a defender el orgullo de autor.
Habría que empezar a tomar el plagio como algo mas natural, como un hecho que siempre pasó, pasa y pasará. Y habría que ponerse a pensar por un momento y entrar en conciencia que sin ese tan acusado “plagio” el arte que conocemos hoy en día no existiria.
Y es que no se puede condenar tan duramente como plagio al identificar similitudes entre dos obras. Porque vuelvo a repetir, en ese caso habría más de unos cuantos pintores demandados, la mitad de los escritores estarían presos y un 99 porciento de los músicos pagarían hasta el día de su muerte una cárcel perpetúa.

1 comentario:

An! dijo...

No puedo creer lo parecido que lo encaré yo!...juro que no fue plagio, jaja. Y yo que creía que nunca iba a escribir algo con un estilo tan espontáneo como el que tenes vos, que me re gusta, y ahora me siento re identificada con lo que pusiste. Si tenes tiempo pasate por el mío y fijate que t parece a vos.
Está de más decir que me gusta la forma de pensar que está expuesta en el texto y cómo lo planteas. Yo cuando sea grande quiero ser como vos, jaja.
Beso!