tequiero,notequiero,notequiero.

Se que tendría que estar feliz. Se que tendría que estar contenta y orgullosa de ella. Se que tendría que sentir algo, no se muy bien que, pero no esto.

No creo que sea envidia, y si lo es, dudo realmente que sea sana. Desear que a tu amiga la atraviese un tren no puede ser envidia sana. Y la verdad es eso lo siento. En serio. Quiero que en el momento en que se esté sacando una foto con la torre de Piza, esta se derrumbe, y se caiga encima de cada uno de sus huesos. Quiero que los que manejan esos botes en Venecia en una de esas le pegue con el remo en el medio de la cara. Quiero que se caiga al rió, que la pise una moto, que la escupa un tano, algo. ¡Algo que le pase por Dios! Y la quiero, la quiero tanto, tanto, tanto. La quiero ver muerta en este momento, pero porque es hoy, pero si hoy no fuera hoy, si fuera mañana, la querría como a mi hermana.

Dios, si me estás escuchando en este momento, perdóname por este pecado. Perdóname por mis malos pensamientos, por mis terribles deseos. Te juro que a la noche te hago un par de padres nuestros y un Ave María de changüí. Te juro que voy a cambiar mi actitud. Te juro que voy a reflexionar, a meditar día a día. Y te juro, te lo juro en lo mas profundo del alma, que si no llegás a hacer que le pase algo a esta atorranta, te juro dios que subo allá arriba y te cago tanto a trompadas que vas a tener que pedirle a San Pedro que te venga a salvar. Y a ese también lo voy a matar. A ese y a todos los angelitos que llames…cagón.

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